Guía Práctica de Jánuca
¿Cómo recordamos el milagro del cántaro de aceite? A través del encendido de la Janukiá.
A continuación, una breve guía para el encendido. RECORDEMOS QUE NO PODEMOS SACAR NINGÚN PROVECHO de las luces de Januca; su único fin es observarlas para recordar el milagro y, para difundirlo, colocamos la Janukia cerca de una ventana.
GUÍA DE ENCENDIDO
Siempre comenzamos a colocar a partir de la derecha y, del segundo día en adelante, encendemos las velas de izquierda a derecha (el primer día, colocamos una vela, el segundo, dos, y así sucesivamente), encendiendo siempre en primer lugar el “SHAMASH” o “vela servil”.
1ª Bendición. Antes de encender las velas, recitamos:
Baruj ata Adonai, Eloheinu melej haolam, Asher kidshanu bemitzvotav, Vetzivanu lehadlik ner shel Januca.
Bendito eres Tú, Hashem, Dios nuestro, Rey del universo, que nos ha santificado con Sus preceptos y nos ha ordenado encender la vela de Januca.
2ª Bendición. Luego de encendidas, recitamos:
Baruj ata Adonai, Eloheinu melej haolam, She asa nisim la avoteinu ve imoteinu, Baiamim hahem bazman haze.
Bendito eres Tú, Hashem, Dios nuestro, Rey del universo, que realizó milagros para nuestros antepasados, en aquellos días en esta época.
Sólo la primera noche, después de la 2ª bendición, decimos:
Baruj ata Adonai, Eloheinu Melej Haolam Shehejeianu Vekimanu Vehiguianu Lazman Hazé.
Bendito eres Tú, Hashem, Dios nuestro, Rey del universo, que nos ha mantenido con vida, nos sostuvo y no ha permitido llegar a esta ocasión.
Cada noche, después de que la primera vela ha sido encendida.
Estas velas encendemos por los milagros, las maravillas, las salvaciones y las batallas que realizaste para nuestros antepasados en aquellos días en esta época, a través de Tus santos sacerdotes. Durante los ocho días de Januca, estas velas son sagradas y no estamos autorizados para darles uso corriente, sino para contemplarlas y así poder expresar agradecimiento y alabanzas a Tu gran Nombre por Tus milagros, Tus maravillas y Tus salvaciones.
Otras Costumbres
Después de encender la janukiá de Januca, las familias disfrutan sentándose a observar la luz de las velas, cantando y recordando los milagros de ayer y de hoy. También se desarrollaron muchas otras costumbres, incluyendo:
- Comer comida “aceitosa”, como latkes de papa fritos y sufganiot (rosquillas), en conmemoración del milagro del aceite.
- Dar "Januca Gelt" (monedas) a los chicos.
- Hacer girar el Sevivón, un trompo de cuatro lados con una letra en cada uno de ellos.
¿Cuál es el origen del sevivón?
En tiempos de persecución, cuando el estudio de Torá estaba prohibido, los niños judíos estudiaban igual. Cuando los soldados investigaban, los niños sacaban un Sevivón y simulaban estar jugando.
Las letras en el Sevivón son nun, guimel, hei, shin - las iniciales de Nes Gadol Haiá Sham - “Un Gran Milagro Ocurrió Allí” (en Israel, la última letra es una pei- “Po, Aquí”). Una forma de jugar con el Sevivón es ver quién puede mantener girando el suyo por más tiempo. O, como alternativa, ver cuántos Sevivón puedes hacer girar simultáneamente.
Otra versión del Sevivón es donde los jugadores utilizan monedas, nueces, pasas de uva o monedas de chocolate como fichas. Cada jugador pone una parte igual en el “pozo”. El primer jugador hace girar el Sevivón. Cuando el Sevivón se detiene, la letra que está arriba define:
- Nun - no ocurre nada, el jugador siguiente gira el Sevivón.
- Guimel - quien hizo girar el Sevivón se lleva el pozo.
- Hei - quien hizo girar el Sevivón se lleva medio pozo.
- Shin - quien hizo girar el Sevivón agrega al pozo la misma cantidad que hay.
En Januca añadimos “Al Hanisim” – un párrafo que describe el milagro de Januca – en el rezo de la Amidá y en la bendición después de las comidas (Birkat Hamazón).