Parashat Ki Tavó
Resumen
Se establece la ofrenda de los bikurim (los primeros frutos). Al hacerla, se debía agradecer, recordando la liberación de la esclavitud en Egipto y la llegada a una tierra de leche y miel. Se establece que el maaser (diezmo de la cosecha) de cada tercer año del ciclo de la shemitá debía ser entregado a los leviím, los huérfanos y a las viudas.
Moshé y los sabios le ordenan al pueblo cumplir con todo lo prescrito. Se indica escribir sobre 12 piedras la Torá una vez que hayan ingresado a la tierra prometida.
Palabras de nuestro Seminarista
La primera parte de esta Parashá nos pone cara a cara con la gratitud. A través de la ofrenda de los bikurim, le agradecemos a D’s que nos haya librado del yugo egipcio y nos haya llevado a una tierra donde ser libres.
La gratitud, hoy por hoy, parece olvidada ¿Cuántas veces decimos gracias por algo que recibimos? Nuevamente, creemos que somos los amos y que, como tales, somos merecedores de todo y que las cosas que obtenemos son porque tiene que ser así. Damos todo por obvio y rara vez nos detenemos a pensar que, lo que hoy tenemos, mañana tal vez ya no esté en nuestras manos.
Nuestro pueblo empieza su día agradeciendo: lo primero que decimos al abrir los ojos es “Modé Aní…”, “yo agradezco”. Una de las razones de la tefilá es precisamente agradecer por lo que tenemos, y así reconocer y aceptar que mañana podemos no tenerlo, que no todo estará siempre.
Que esta Parashá nos recuerde entonces la importancia de la gratitud ante D’s y ante los hombres. Decir gracias no cuesta nada, pero puede traernos muchos beneficios.
Shabat Shalom
Sem. Diego Vovchuk