Parshat Tazría-Metzorá
Resumen Parshat Tazría-Metzorá
Esta semana, leemos dos Parashiot juntas: Tazria y Metzorá.
En los primeros psukim (versículos) de Tazría, encontramos las leyes de purificación de la mujer luego del parto y la orden de D’s a Moshé de que todo varón judío sea circuncidado a los 8 días de nacido, para después y siguiendo con el tema de las purificaciones, indicarle que a aquella persona que contrajera tzaráat (enfermedad similar a la lepra) le estaba prohibido entrar en el Santuario, ya que estaba impura. Cuando había indicios de la enfermedad en la piel, la persona era examinada por el sacerdote. Si se confirmaba, se realizaban ceremonias de purificación y, una vez desaparecidos los rastros de la enfermedad, la persona era declarada miembro pleno de la comunidad.
En Metzorá, seguimos leyendo sobre las leyes de tzaráat, y se indica que las mismas leyes se aplicaban por igual a una vestimenta y a una casa. Hacia el final de esta Parashá, y como continuación del tema de las impurezas, leemos acerca de las secreciones humanas que impurifican tanto al hombre como a la mujer.
Palabras de nuestro seminarista
Tal vez, para muchos de nosotros, lo más sobresaliente de estas Parashiot sea la orden del Brit Milá, en referencia evidente al recuerdo del pacto del hombre con D’s. El tema del pacto y la renovación del mismo es una constante en la Torá, ya que es a través del mismo que el hombre se compromete con D’s, pero, ante todo, consigo mismo y con su pueblo. Por otra parte, cada vez que uno de nosotros vuelve, de algún modo, a renovar el pacto, está eligiendo pertenecer y permanecer dentro del pueblo judío.
Por otro lado, estas Parashiot nos enfrentan nuevamente al tema de la impureza como factor de prohibición para la entrada al Beit Hamikdash. Pero no sólo debemos considerar la impureza física, sino también de la espiritual, considerando, por ejemplo, la mentira y la calumnia como factores de impureza.
En el último párrafo de nuestra oración central, la Amidá, leemos “D´s mío, preserva mi lengua de la calumnia y mis labios de la mentira.” Que podamos, a través de esta Parashá, considerar todos aquellos actos que de algún modo nos impurifican, para así lograr renovar el pacto, libres de cualquier carga.
Shabat Shalom
Diego Vovchuk, Seminarista


