Parashat Vaigash
Resumen de la Parashá
Luego de que Biniamin fuera acusado de robar la copa de plata de Iosef, Iehuda mantiene la promesa que le había hecho a su padre de responder con su vida si a Biniamin le pasara algo, y le pide a Iosef que deje ir a Biniamin y que, en cambio, lo deje a él como esclavo, para así evitarle la pena a su padre.
Ante esto, Iosef se conmueve y pide que salgan todos los que estaban en la habitación. Una vez solo con sus hermanos, Iosef les revela quién es, y les dice que vayan a buscar a su padre y se instalen cerca de él, que así nada les va a faltar.
Los hermanos llegan a Knaan y le cuentan todo a su padre. Durante el viaje a Egipto, D’s se le aparece a Iaakov y le dice que no tema ir a esa tierra, pues sus descendientes constituirían allí una gran nación, y también le promete que de Egipto los llevaría de regreso a Eretz Israel.
Después del reencuentro con su padre y demás familiares, Iosef le va a informar al faraón de la llegada de su familia y, al partir, les dice que cuando el rey los llame le digan que son pastores, para que así les de la mejor tierra de pasturas. Cuando Iosef con su padre y 5 hermanos llegan a donde está el faraón, los hermanos hacen lo que les había dicho, entonces, el faraón les da la tierra de Goshen y le da su bendición a Iaakov.
Los israelitas vivieron en Goshen, donde adquirieron propiedades y crecieron en número, tal como D’s se lo había prometido a Iaakov.
Palabras de nuestro seminarista
En la Parashá de la semana pasada, hablábamos de la importancia de hacernos responsables de nuestros actos y no hacer caer la responsabilidad sobre otros. El aceptar la responsabilidad o reconocer el error cometido nos abre la puerta del arrepentimiento y, con éste, nos llega la posibilidad del perdón.
Esta Parashá es el ejemplo de esto: cuando Iosef les dice que tomará a Biniamin como esclavo, Iehuda toma a su cargo la promesa hecha a su padre y, a través de él, reconocen el dolor causado a su padre por lo hecho a Iosef, se dan cuenta de que no pueden someter a Iaakov a tanto dolor nuevamente, y Iehuda pide ocupar el lugar de Biniamin. Iosef se da cuenta de que sus hermanos comprenden el error de lo cometido y son conscientes de que no pueden volver a hacer lo mismo. Esto le dice que están arrepentidos, y es entonces cuando Iosef les dice quién es y los perdona.
Que a través de esta Parashá encontremos la forma de arrepentirnos de aquellos errores que cometimos, y que este arrepentimiento nos permita ser perdonados por aquellos a quienes lastimamos.
Shabat Shalom
Diego Vovchuk, Seminarista