Parashat Pinjás
Resumen de la Parasha:
Pinjás recibe la promesa de que la kehuná (sacerdocio) quedaría en manos de sus descendientes, como una forma de agradecerle el empeño en la defensa del honor de D’s.
Moshé y Eleazar reciben instrucciones de realizar un nuevo censo, después de treinta y ocho años. Ahora que la conquista de Canaán estaba a la vista, era imprescindible que Moshé constatara no sólo el número de hombres capacitados y disponibles para la guerra, sino también de integrantes de cada tribu, para una justa división de la tierra. A raíz de esta división y ante la muerte de Tzelofjad, sin dejar hijos varones, sus hijas reclaman sus derechos sobre la tierra para que ésta no vaya a otras manos. Moshé pone el caso a la consideración de D´s, quien dictamina que las hijas también son herederas y, además, establece que si alguien moría sin dejar descendencia, su propiedad pasaría a sus hermanos o, si no los había, a su pariente más cercano, estableciendo así el principio de que el título sobre la tierra debe permanecer dentro de la familia.